Nikki Benz, un encuentro impresionante

Lugar: Mérida, Yucatán, en un hotel del norte de la ciudad

Fecha: 16 de febrero del 2022

Doll: Nikki Benz

Twitter: @solomislinks  

Costo: 4000 (oral natural incluido)

Reseña: En realidad, tenía ya varios años –casi 4, para ser exactos– queriendo conocer a Nikki; había leído, desde ese entonces, comentarios muy positivos del servicio y de su belleza y, por esas y más razones, moría por conocerla. Ahora bien, por distintas causas –sobre todo, por la pandemia–, no se había dado hasta ahora la ocasión de poder conocerla.

Hace un par de días, vi en la página que había anunciado que venía un par de días a Mérida. Naturalmente, me emocioné porque finalmente iba a conocerla y me dispuse a agendar una cita. Sin embargo, al platicárselo a un amigo, me comentó que, aunque nunca había tenido la oportunidad de estar con ella, había leído recientemente algunas reseñas negativas sobre Nikki. No sé si lo que buscaba era hacerme dudar, o que no la contratara, pero me mostró las reseñas —mismas que, por ser foristas, varios de ustedes ya deben de conocer— de las que hablaba. Finalmente, las ganas que traía de conocer a Nikki pesaron más que la advertencia sobre las reseñas; y, tal y como les comentaré en líneas siguientes, valió totalmente la pena. El contenido de las reseñas negativas era diametralmente opuesto a lo que encontré en realidad.

Primero la contacté telefónicamente para pedirle informes; en cuestión de minutos me contestó y me dijo que, para agendar, tenía que realizar un depósito (mismo que se abona o devuelve al monto del servicio, a diferencia de lo que incorrectamente decía una de las reseñas) de $400. Le envié la captura del depósito e, inmediatamente, me preguntó la hora en que la quería ver. La pactamos, y me citó en un hotel del norte de la ciudad —mismo cuyo nombre, por respetar la intimidad de Nikki, omito mencionar—.

Llegué a la hora exacta de la cita y, apenas me abre la puerta, me encontré una mujer espectacular; no se podía comparar con lo poco que se ve en las imágenes, ni con los relatos que he leído. De cara es verdaderamente hermosa; sinceramente, no había visto, en el medio, una chica tan guapa. Su cuerpo, por otra parte, también es sumamente atractivo. Nalgas y senos de galeno, perfectamente operados y de un tamaño excelente. En resumen, es, a mi gusto, mucho más guapa y atractiva que la actriz Nikki Benz. Es un monumento.

Apenas me recibió, me saludó muy cariñosamente y procedió a soltarme unos besos apasionados como si fuera mi novia que llevaba meses sin ver. Le entregué —sin que ella me lo pida— el importe pactado e, inmediatamente, procedió a ofrecerme si quería que usase alguna lencería en especial; respondí afirmativamente. Segundos después, salió del baño vestida con un trajecito negro que dejaba muy poco a la imaginación, y que terminó de prenderme demasiado.

Acto seguido, se abalanzó sobre mí, me tiró a un sofá, y procedió a besar —de arriba a abajo—, y hasta morder cariñosamente, lentamente cada parte de mi cuerpo: era una sensación de calentura inexplicable. Hasta que llegó al amigo y me dio el mejor oral natural que he recibido en toda mi vida. Altamente ensalivado, con excesiva atención a los huevos, cambio de intensidad y de velocidades, sin prisa y sin querer apurarte —aunque, era tal el placer que me proporcionaba, que no necesitaba apurarme para que quisiese venirme rápido—; en fin, fue, por mucho, el mejor oral que he tenido. Para rematar semejante acto, me hizo una rusa que no tuvo nombre. Sentir al “amigo” deslizarse dentro de esos pechos gigantes fue increíble.

Le pido, por miedo ya a venirme pronto, que me ponga la funda y, después de hacerlo, me dice “te voy a coger como nunca te han cogido”. Pensé que sólo lo decía por decir, pero no: tenía toda la razón. Primero comenzó de vaquerita invertida y, ver esas nalgas rebotarte mientras te cogen a mil intensidades, es lo mejor que te puede pasar. Estuvimos así varios minutos, hasta que cambió a vaquerita tradicional: tenerla arriba de ti mientras de besa todo el cuerpo es impresionante. Finalmente, se puso de perrito y, he de confesar, no duré ni un minuto así: tener semejantes nalgas en esa posición no es algo que pueda describir.

Terminó el primer acto y me invitó a bañarme con ella para limpiarnos: ese baño permitió que mi “guerrero” no tardase mucho en revivir. Nos secamos y regresamos a la cama. Nikki comenzó a platicarme, de manera muy amena, sobre ella mientras me acariciaba lentamente. Apenas vio que mi “amigo” ya estaba lo suficientemente listo, comenzó ella solita el segundo round. Inició con un oral muy similar al primero, pero ahora, para no caer en repeticiones, lo mezcló un poco ofreciéndome un masaje no muy ortodoxo pero sumamente placentero. Después, procedió a cabalgarme y logró lo que nunca antes había pasado: que, en un segundo round, me viniese en menos de 10 minutos. En realidad, nunca había logrado en un segundo round venirme —ni menos, obviamente, en tan poco tiempo—; casi siempre estoy cansado, o la chica no logra calentarme lo suficiente para un segundo round. Con Nikki no fue ni siquiera necesario que me esforzara. Ya que terminamos, no me apuró para que me fuese; al contrario, continuó agradablemente la plática hasta que tuve que irme. Me despidió con unos besotes que hacían que quisiese quedarme varias horas más.

En fin, el encuentro fue la experiencia más impresionante que, hasta el día de hoy, he tenido. Honestamente, lo que yo experimenté fue totalmente opuesto a lo que leí en las reseñas negativas. No sé, en realidad, a qué se deban las mismas. Probablemente se deba a que el costo del servicio es un poco más elevado que el promedio, o a que Nikki cobra un mínimo anticipo para agendar. Sin embargo, lo que muchos probablemente pierden de vista es que es un servicio de calidad vip, mil veces mejor que el promedio y, por ello, el costo vale más. En resumen, no son enchiladas y, el que quiere calidad de primer nivel, debe de estar dispuesto a pagar lo que vale.