Conociendo a la hermosa Juliet

Juliet, la chica del besito

https://twitter.com/juliet1vip

Lunes 8 de noviembre

1:00 pm

Villas patriotismo, 221

La foto que adjunto la tomé de su cuenta de Twitter.

Quise escribir de manera diferente. Más que una reseña, quise convertirla en un relato erótico. Quizá sea un poco largo el relato pero quiero despertar su imaginación de lo que me tocó vivir con Juliet con cada palabra que lean. Espero les guste.

Había sido una noche difícil. Había contratado una chica y las cosas no salieron muy bien. Fue muy linda pero el encuentro fue algo frío y no logré tener una erección fuerte. La idea era tener una noche agradable y relajarme. Y por el contrario, me sentí peor.

Al otro día, vi en Twitter que Juliet sólo estaría ese día en la Ciudad de México antes de comenzar una gira. Siempre había tenido intención de conocerla por todos los muy buenos comentarios que había leído de ella. Sin embargo, con lo que había pasado la noche anterior, dudé en escribirle. Después de pensarlo, me animé a hacerlo. Pensé que si alguien podía cambiar totalmente lo que había pasado y tener un gran momento, sin duda era ella.

Me respondió inmediatamente y nos pusimos de acuerdo para vernos a la 1. Me bañé, me arreglé rápidamente y partí hacia el villas. Estando ahí, Juliet llamó a mi habitación para validar que me encontraba en ella. Me tomó por sorpresa escuchar su voz, ese acento tan sexy que tiene me puso nervioso. Solo alcancé a decir tímidamente—: Hola, sí. Aquí te veo.

Esos minutos por menos que sean, siempre se hacen eternos. Pero la paciencia es una virtud y siempre tiene su recompensa. Y vaya que la tendría…

De nuevo la llamada a la habitación. Ese momento en el que una vez más tu ritmo cardiaco se eleva al saber que está a punto de llegar. Me acerqué a la mirilla, quería ver cómo se acercaba por el pasillo. Y finalmente apareció. Traía un vestido largo sumamente entallado que hacía resaltar cada una de sus pronunciadas curvas. Una silueta tan bella como una exquisita escultura.

Tocó a la puerta. Tuve que respirar un par de segundos, relajar mi pulso y finalmente abrí. 

—¡Hola papi!

—¡Hola Juliet! Pasa por favor.

Por fin veía su rostro. Ella es muy guapa.

Nos acercamos y me dio un suave beso en los labios para saludarnos. Al pasar por su regalito, pude observar que su vestido permitía ver toda su fina espalda. Mostrando una breve cintura que contrastaba con un trasero grande y muy bien formado.

—Papi, ¡qué lindo! ¡Me encantó! Déjame grabarle un boomerang.

Le había escrito a mano una pequeña nota y sonreí por dentro satisfactoriamente al ver que había causado el efecto esperado.

<<Un hechizo simple pero inquebrantable —pensé. Citando a Doctor Strange, je.>>

Volvió hacia mi, nuestros labios se volvieron a encontrar y me tomó de la mano para dirigirnos hacia un espejo. Qué lindas manos tiene. Sumamente suaves. Y unos dedos finamente delgados y largos.

—¿Te gustan mis tetas amor?— me decía Juliet frente al espejo con una voz súper sexy.

A la vez que ella tomaba mis manos para acariciarlas sobre su vestido y me restregaba sus nalgas en mi miembro.

—Ay mi amor, me encantan— mientras yo empezaba a subir su vestido para ver aquel famoso besito.

Nos despojamos de nuestras prendas y yo no dejaba de acariciar sus pechos, los cuales son primorosos. Suaves, firmes y generosamente grandes. Comencé a besarlos y a lamer sus pezones suave y lentamente.

—Ay papi, toca mi cosita. Siente cómo se está poniendo…. Ven, vamos a la cama. Quiero sentir tu lengüita— y de nueva cuenta me tomaba de la mano para dirigirme hacia la cama.

Acto seguido, Juliet se subió al borde de la cama para colocarse en 4. Es una imagen que revoluciona tus sentidos. Su enorme trasero era cubierto únicamente por un fino hilo color morado. Y sí, ahí podía apreciar totalmente el famoso besito a la derecha.

Comencé a besar sus nalgas con vehemencia. Tomar su estrecha cintura y sentir su piel, es fuertemente estimulante. Seguí besando sus piernas, el interior de sus muslos, hasta llegar a su entrepierna. Y bajé lentamente su tanguita.

—Papi, méteme tu lengüita. Chúpame toda mi cosita, amor.

Me incliné y empecé a lamer. Primero lento y poco a poco aumentando cada vez  más el ritmo, mientras escuchaba unos ligeros gemidos.

—Ay mi amor, ¡qué rico! Quiero ahora probar tu pene.

Me acosté en la cama. Yo estaba completamente excitado. Juliet tomó mi miembro y sin más, lo engulló completamente.

— Qué rica está tu verga papi, me encanta. Está gruecesita y se está poniendo más…— volteando a verme con una mirada muy coqueta y juguetona.

—¿Sí mi amor? ¿Te gusta? Siente lo dura que me la pusiste— tratando de contener mi respiración agitada. —Quiero chuparte otra vez bebé. Ponme esas nalgotas en mi cara.

Inmediatamente Juliet cambió de posición para iniciar un 69. Comencé a lamer y chupar de arriba a abajo. Primero lento y después aumentando la intensidad, concentrándome en su botoncito.

—Ay papi, qué rico— mientras jadeaba y gemía cada vez más. —Así mi amor, ¡pero más fuerte!

Y conforme aumentaba el ritmo, Juliet hacia lo mismo. Tragaba completamente mi miembro, cada vez con más intensidad. Qué sensación.

—Así papi, no pares. Ya casi, sigue papi, ¡más fuerte!— me exigía con una voz agitada.

Sentía como temblaban sus caderas, cada vez más hasta que se vino. Sentí como escurría lentamente.

Creí que ahí terminaríamos para continuar después. Pero no. Tomó inmediatamente un condón y me dijo—: Métemelo de una vez, estoy súper mojadita. Así de frente, quiero que estés encima de mi— en tanto que abría sus hermosas piernas para mostrarme el camino.

Me coloqué el condón e introduje mi pene.

—Así papi, despacito. Suavecito. Estoy bastante estrechita— mientras entrecerraba sus ojos y mordía suave y sensualmente sus labios.

Empecé de manera lenta. Qué rica sensación. Fuimos subiendo el ritmo. Ambos jadeábamos. Besaba su cuello, ella lamía mi oreja y frotaba mis pezones.

—Así mi amor, más duro. Dame más duro, papi— cada palabra que exclamaba resonaba con más fuerza en la habitación.

—¿Así te gusta bebé?— con un ritmo agitado, tratando de mantener y aumentar el ritmo y fuerza de cada penetración.

—¡Ay sí, papi! Así le gusta a tu putita— profiriendo gemidos cada vez más intensos.

Estábamos totalmente excitados. Juliet me ofrecía su lengüita. Me incliné para besarla. Ambos mordíamos nuestros labios cada vez con más fuerza.

—Ya me voy a venir mi amor— le susurré al oído con una voz entrecortada producto de una respiración muy elevada.

—¡Sí, papi! Ya dame tu lechita calientita.

—Quiero terminar en tus tetas mi amor.

—¡Sí, amor! Acaba en mis tetitas. Quiero verte terminar.

Me retiré el condón rápidamente y empecé a jalar mi pene fuertemente. Juliet se empezaba a tocar y gemía, viéndome a los ojos. A la vez, tocaba mis nalgas y seguía frotando mis pezones.

Llegó el momento. De mi miembro brotó una descarga de semen que escurrió por sus pechos llegando a su abdomen.

—¡Qué rico, papi! Está bien calientita— ambos estábamos con una respiración agitada. —Déjame venir a limpiarte.

Después de un momento, Juliet se levantó para limpiarse y posteriormente regresó para limpiarme a mi. Yo estaba sudando bastante. Ella también limpió mi sudor con una toalla. Volvió a levantarse y fue por 2 botellas de agua. Abrió una de ellas y me la ofreció.

—Toma papi. Necesitamos rehidratarnos.

<<Esta chica es simplemente increíble —pensé. Qué lindo gesto.>>

<<Inserte meme: nunca nadie se había preocupado tanto por mi.jpg —pensé inmediatamente después, je.>> Pero es la verdad, son esos pequeños detalles que hacen que sea una experiencia increíble.

Nos fuimos a enjuagar y nos recostamos. Ambos temblábamos todavía un poco. Mi corazón aún latía a gran velocidad. Nos abrazamos y empezamos a platicar, algunas cosas generales y otras más personales. Mientras yo acariciaba sus pezones y ella los míos. Charlar con ella, también es parte de esa gran experiencia.

Hubo 2 relaciones más en la hora que estuvimos juntos. Pero esos recuerdos los guardo para mi. Solo puedo decirles que cada momento fue mejor. Que suba su mirada, ver su carita y sus lindos ojos; mientras devora tu miembro, lo escupe y lo vuelve a tragar completamente. Verla de perrito. Ambos gemir mientras mordíamos nuestros labios y nuestras lenguas se entrelazaban con ímpetu, y verla terminar nuevamente. Uff, fue una experiencia increíble. Esperaré con ansias su regreso. Por lo pronto trabajaré en aumentar fuerza en piernas y mejorar más mi condición física, je. Vaya que se requiere.

Trátenla bonito y pasarán un momento genial, las cosas se darán solas. Es muy amable y atenta. Muy cariñosa. Y una vez que se prende, te va a devorar.

Es una mujer increíble. Físicamente, te deja sin palabras. Y en su esencia personal, es súper linda.

Y bueno, esta fue mi experiencia con Juliet. Súper recomendada.

Estuvo algo largo pero espero que les haya gustado el relato.

Hasta la próxima!