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Martes 30 de marzo de 2021
Hotel Plaza Belices
7:00 p.m.
Antes que nada disculpen el 'choro', pero es importante detallar lo ocurrido para que esta desgraciada no intenté contradecir la verdad que a continuación expongo.
El principal objetivo de esta reseña es que nunca nadie tenga que sufrir nuevamente lo que me ocurrió con esta ladrona.
Mensajes a través de WhatsApp para pedir informes y acordar la cita. Respuestas concretas de ella y mías para ponernos de acuerdo.
Ya en el hotel procedí a darme un baño y a esperar su llegada. Ella llegó con un retraso promedio aproximadamente 30 minutos.
Primera impresión: sus fotos de promoción en La Boutique y en sus redes sociales están demasiado editadas, ya que en persona está mucho más llena y con un rostro nada agraciado.
Me senté al borde de la cama y le pedí por favor que se sentará a mi lado, mientras tanto ella de una manera frenética comenzó a apagar luces para dejar en penumbras la habitación. Le pedí que al menos dejará encendida la luz del baño, lo que aceptó hacer con una evidente mueca de descontento.
Posteriormente me pidió “su dinero” de manera muy imperativa, se lo entregue con toda amabilidad.
Al sentarse a mi lado, me percató por primera vez que usa ‘brackets’, lo que en su caso no le favorece estéticamente en nada. Me acerco a besarla y ella sólo ofrece un par de besos, suficiente para detectar que su boca huele mal, por lo que le pido con toda diplomacia y respeto que por favor usara enjuague bucal, le dije que había una botella sobre el lavabo. Aceptó a regañadientes y al regresar hacia la cama me dice que debemos bañarnos antes de comenzar. Le comento que yo ya lo había hecho minutos antes de que ella llegara, pero que si lo desea con mucho gusto puedo volver ducharme con ella. Me dijo que juntos no, que primero ella se daría el baño sola y después yo lo hiciera. Desafortunadamente en ese momento no pude intuir que ese era parte del plan para llevar a cabo su delito.
Entró a bañarse, tardó al menos 15 minutos adentro del baño, al salir y gracias a la única luz que había dejado encendida, pude apreciar su DESAGRADABLE abdomen, con infinidad de horribles pliegues de piel y que ni siquiera sus abundantes tatuajes podían disimular. Con razón quería dejar el cuarto a oscuras. También observé que sus senos están caídos y distan muchísimo de lo que sólo la edición de fotos y videos puede lograr en alguien tan descuidada físicamente. Ella, quien se había secado completamente dentro del baño (el cabello no se lo lavó) se dirigió hacia donde estaban sus pertenencias, sobre el lavabo, y comenzó a aplicarse crema, fue en ese momento que yo me entré al baño para darme una segunda ducha en menos de 40 minutos.
Lo ocurrido afuera en los menos de 5 minutos que duró mi ducha fue un acto de escapismo y abuso que hubiera considerado increíble de no haberlo vivido directamente.
Al salir del baño me hallé en una de las situaciones más frustrantes y sorpresivas de toda mi vida, la ladrona se había ido, no sólo con los $2,400 pesos que le había dado sino con mi cartera que, además de identificaciones y un par de tarjetas, contenía otros $2,000 que ilusamente pensaba darle a ella en caso de que nuestra convivencia en la primera hora me hiciera decidir pedirle otra más. Corrí hacia el teléfono para solicitar apoyo a la recepción del hotel, pero no hubo respuesta en tres intentos consecutivos que hice. Me medio vestí y bajé a toda prisa sabiendo que sería casi imposible hacer algo más allá de quejarme. Así fue, en la recepción escucharon mi queja airada respecto a no haber tomado mi llamada para pedirles que detuvieran a una persona que me había robado, se disculparon y ofrecieron revisar sus cámaras para identificarla y prohibirle el acceso en el futuro, algo que de ser cierto evitará sus bajezas en ese lugar, pero su proceder seguramente lo repetirá en otros sitios y con la frecuencia que le convenga.
Así fue a grandes rasgos esta tragedia estimada comunidad.
Salí impotente y encabronado del lugar, y me dirigí inmediatamente a la oficina de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México para levantar una demanda, por lo que existe ya un antecedente judicial del proceder de esta delincuente.
Habría muchas cosas más que quisiera decirles, pero quisiera concluir con dos que me parecen importantes.
Primero, nunca descansaré hasta que esta malandra sea detenida por la autoridad, así que por este medio hago saber que ella ya no debe arriesgarse al respetable oficio del sexoservicio, porque si decide hacerlo, más temprano que tarde caerá en un cuatro en el que una autoridad que fingirá ser un cliente ordinario acordará una cita con ella y la arrestará para presentarla ante el ministerio público. Me aseguraré de que así sea.
Segundo, les solicito su apoyo para que por favor aprovechemos éste y todos los espacios posibles para difundir esta trágica experiencia, no es justo que una pseudopersona como está nos estafé y robe, y que pueda seguir adelante como si nada.
Gracias por su invaluable atención y apoyo.
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